La campaña de Eduardo Topelberg Kleinkopf para ser nominado como alcalde de Ñuñoa tenía un solo lema: “A luchar por Ñuñoa”. Y una foto: él sentado en un “trono” al más puro estilo Game of Thrones, con una brillante espada en la mano y vestimenta medieval.

Era 2016 y el entonces concejal de la comuna y ex baterista de los grupos Dorso y Pentagram, dijo a SoyChile.cl: “Se me ocurrió usar este concepto, ‘a lo vikingo’, es un tributo al hombre guerrero, porque al final somos todos guerreros en el camino de la vida”.

Y sobre su programa de gobierno comunal, agregó: “Mi apuesta es ninguna, yo no prometo absolutamente nada como el resto de los candidatos, quiero hacer una política totalmente democrática, con cabildos y la participación de todos los ñuñoínos, si quieren poner un semáforo en la esquina, entonces lo discutiremos, quiero que participen de las decisiones. Me gustaría hacer un plebiscito una vez al mes”.

Bien no le fue. Inscrito como candidato en la primaria por el Partido Radical sacó sólo 439 votos, ocupando el último lugar por debajo de Alejandra Placencia y Paula Mendoza. En esa primaria, Helia Molina, con 2.752 votos, fue la candidata de la centroizquierda. En 2012 sí había logrado entrar al concejo municipal al obtener 2.870 votos.

Después de su estrepitoso fracaso en 2016, nunca más volvió a la política y su nombre había desaparecido, hasta que esta semana se divulgó la declaración de su hermano, Rodrigo Topelberg, hoy formalizado por el caso Factop y en prisión preventiva en Capitan Yáber, quien contó que Joaquín Lavín Jr. fue administrador de la campaña de su hermano en 2012.

“Para la campaña de mi hermano, que fue financiada con recursos de mi familia y no de Factop, contratamos a Joaquín Lavín León, hijo del político Joaquín Lavín Infante, para que la administrara. Sabía que Lavín León había coordinado diversas campañas políticas, lo que me hizo confiar en su experiencia. En ese proceso me ayudó Daniel Sauer, quien en ese momento era mi amigo y, según entendía, lo hacía de manera desinteresada para apoyarme a mí y a mi familia”, afirmó Rodrigo Topelberg.

Y agregó: “En las mismas elecciones, Lavín León fue jefe de campaña de Marcelo Torres, candidato de Renovación Nacional a la alcaldía de Maipú, quien en mayo de 2012 retiró su candidatura y fue reemplazado por Lavín León. No me extrañaría que nos haya cobrado de más para financiar su propia campaña, aunque esto deberá ser investigado”.

Fuentes confirman que Lavin recibió $ 160 millones de remuneración por su cargo.
De Eduardo Topelberg se supo poco. Hoy tiene 57 años, y no usa redes sociales. En 2019 fue jurado en un festival de cine de horror de Santiago y en 2020 dio una entrevista en Radio Futuro, donde dijo estar haciendo música electrónica en solitario. También prometió nunca más volver a la política.

“Yo estaba en una parada más cultural, música y teatro, pero los pelotudos que se van en la volada política no te apoyan tus proyectos porque eran de otro partido”. También criticó los retiros previsionales. “Lo que encuentro horrible es que una tropa de imbéciles te diga que puedes sacar un 10%… ¿Por qué hay un hueón que me tiene que decir lo que hago? ¿Por qué tiene que decidir por nosotros? ¿qué se creen? Los ahueonaos somos nosotros que los elegimos”.

Y agregó: “que una tropa de imbéciles elija por ti para mí no es democracia. Independiente que exista Pinochet, que es terrible, o Piñera y Bachelet, hay temas tan importantes en la vida que de repente te quedas esperando qué es lo que se les ocurrirá a esos señores”.